El diseño de la confitería del Rocambolesc en Girona, para los hermanos Roca. Se trata de una tienda que se encargará de comercializar todos los productos innovadores que han surgido a lo largo de los años. Este concepto ha evolucionado significativamente desde la inauguración de la primera heladería Rocambolesc, ubicada en el local contiguo de la calle Santa Clara de Girona.
Un aspecto que queríamos resaltar en el diseño de la confitería del Rocambolesc en Girona era crear una extensión natural de la línea de negocios que se inició en 2012 con la apertura de la primera heladería. Así que, repetimos las formas curvas y el color en la carpintería de la fachada, colocando nuevos toldos tanto en la nueva tienda como en la anterior. Esta sencilla estrategia ayuda a los clientes a relacionar ambas tiendas desde cualquier perspectiva en la calle. Aunque el exterior las unifica, los cambios de color y la presentación del producto en el interior las distinguen, otorgándoles un carácter propio.
En el caso de la nueva confitería, creamos un ambiente único más alineado con la naturaleza del producto. Para ello, configuramos un espacio versátil capaz de albergar envases de diferentes tamaños, formas y colores, permitiendo que cada producto evolucione sin limitaciones de espacio. La estética debía reflejar esta diversidad, presentando un mundo lleno de colores y formas irreverentes, con dulces divertidos que pueden exhibir desde la nariz de Jordi Roca hasta la tradicional mona de Pascua. Desde productos diminutos hasta envases con formas triangulares, cualquier creación de estos creativos incansables puede encontrar su lugar en la nueva confitería.
Dado que contábamos con un espacio reducido de 25 metros cuadrados, descubrimos el techo de bovedillas para ampliar la percepción del espacio. Colocamos el producto en la pared frontal, que sirve como escaparate y soporte al mismo tiempo. Los clientes recorren el espacio por las paredes perimetrales y continúan por el centro, donde una gran mesa central de microcemento permite pagar mientras se disfruta de los deliciosos dulces.
A su vez, jugamos con una gama cromática que abarca tonos rojos, rosas y claros, complementados con verdes y amarillos para aportar luz. Configuramos la estantería con formas geométricas básicas, rectas y circunferencias, de manera que pueda albergar cajas con productos, huecos o espacios vacíos. Creamos una pared frontal que se complementa con un mueble empotrado de formas curvas y rectas, dotado de una versatilidad que permite ajustar los estantes según la necesidad. Los escaparates consisten en estantes de cristal apoyados directamente sobre la carpintería y un mueble bajo que sirve tanto como escaparate como almacenamiento de productos.
Finalmente, la atmósfera general está inmersa en una gama cromática que envuelve techos, paredes y el pavimento continuo del suelo, que enmarca piezas hidráulicas diseñadas por el estudio en forma de alfombra, que recoge el mueble de apoyo central realizado en micro mortero. Este enfoque integral crea un entorno que resalta la diversidad y la creatividad de la nueva confitería, estableciendo un espacio acogedor y atractivo para los clientes.
Descubre aquí otras tiendas reformadas y diseñadas por el estudio de Sandra Tarruella Interioristas.