La reforma del restaurante La Primera Vaca para el Grupo Riojano de Carlos Crespo y el chef Álex Ortiz, ubicado en el tranquilo pueblo de Suesa, cerca de Santander. Se emplaza en un entorno magnífico de senderos y campos verdes, con la presencia de vacas y surfistas que transitan la zona.
La casa original de una planta se ha mantenido, pero se le ha dado un toque especial forrando la fachada con lamas de madera de iroco. Además, se ha diseñado una pérgola artesanal con placas de caña en la terraza de acceso, creando de esta forma, una atmósfera campestre con un aire rústico y la transición perfecta entre el interior y el jardín.
Destaca ell jardín, que se presenta como un oasis equipado con amplias carpinterías y mobiliario de Taller de las Indias. Para conseguir la conexión perfecta con el entorno, se ha diseñado un área de chillout con sofás y mesas bajas, alrededor de un magnífico magnolio.
En el interior de la reforma del restaurante La Primera Vaca, el equipo de diseño de Sandra Tarruella se ha centrado en la barra de madera de roble sin tratar. De esta forma, todo el foco recae en el showcooking de pizzas que se puede disfrutar al entrar al local.
La sencillez y naturalidad prevalecen, con superficies encaladas en tono arena y un suelo de cemento. Para rematar la idea de una atmósfera cálida se han usado cojines de lino, bancos de obra y elementos étnicos.
Para destacar la presencia del mar y el campo en la Primera Vaca, queda reforzada gracias a la presencia de elementos icónicos como tablas de surf de Kun_tiqi, fotografías en blanco y negro y obras pictóricas.
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