La reforma de los interiores del Hotel Peralada enfrentó el desafío de actualizar su imagen en tan solo 3 meses, teniendo en cuenta su ubicación en el Golf en el Empordà y su relación con las bodegas y el castillo.
La estrategia para la reforma de los interiores del Hotel Peralada incluyó un cambio de uso de algunos espacios y la centralización de las zonas comunes del hotel en la primera planta. Esto es, la unión en un solo espacio comunicado los salones, bar, comedor y terraza, fomentando de esta forma, la actividad a cualquier hora del día.
Por su parte, la elección de distintos tipos de asientos y mesas permitió amueblar las terrazas como una extensión de los espacios interiores, al mismo tiempo que se maximizaron las vistas al campo de golf. La barra central se convirtió en el punto focal, articulando de esta forma los diferentes espacios. Además, destaca la alfombra de lana diseñada para la estancia y las estanterías de roble, hierro y latón. Una celosía-botellero de hierro y roble separa el restaurante de la masía, ahora utilizada como sala de eventos, recuperando así el valor del edificio original.
En lo que se refiere a las habitaciones, se instaló parquet laminado de roble y revestimientos a la cal de color arena en paredes y techos. Además, se diseñaron muebles versátiles de roble, hierro y DM negro. El uso de alfombras y tejidos de fibras naturales, junto con lámparas decorativas, aportó un carácter doméstico y confortable.
Finalmente, en lo que son las zonas comunes, se usó una paleta cromática neutra, similar a la del conjunto. En la recepción del hotel Perelada, por su parte, se destaca una exposición de vinos y cavas de Bodegas Peralada sobre un conjunto topográfico de pallets. En el spa, los colgadores metálicos con telas y toallas separan las camas de madera recuperada.
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