En el diseño de la panadería L’Obrador de Barcelona, en la calle Manuel de Falla, el enfoque principal residía en establecer una conexión visual fluida y directa entre el obrador, la tienda y, finalmente, la calle. La intención era proporcionar a los clientes una experiencia envolvente que les permitiera seguir de cerca cada etapa del proceso de elaboración del pan, desde la cuidada selección de ingredientes hasta las distintas fases de creación, recuperando así la esencia auténtica y artesanal que había ido desvaneciéndose con el tiempo.
El área de exposición de panes se erige como un elemento crucial en esta narrativa, actuando como un punto de encuentro visual entre la producción interna y la disponibilidad de productos para la venta. Este fondo de exposición, compuesto por una variedad de cestas de mimbre dispuestas de manera giratoria sobre un ingenioso entramado de hierro, se convierte en el epicentro del espacio y en el vínculo esencial que conecta la elaboración artesanal del pan con su presencia en el área de venta.
Con el diseño de la panadería L’Obrador de Barcelona, se ha resaltado la transparencia y la continuidad del proceso. De esta forma se busca que los clientes no solo adquieran productos, sino que también aprecien y comprendan la dedicación y el esfuerzo artesanal que caracteriza la creación de cada pieza de pan. Este enfoque busca no solo satisfacer el paladar, sino también proporcionar una experiencia enriquecedora que involucre y eduque a los visitantes sobre la calidad y el cuidado que se invierte en cada producto horneado.
Descubre aquí otras tiendas reformadas y diseñadas por el estudio de Sandra Tarruella Interioristas.