En el diseño de los interiores del restaurante Mordisco, la prioridad al entrar es transmitir la sensación de estar «en casa». Para lograr esto, la transformación de esta antigua finca del Ensanche, que en su momento fue el hogar de una familia, se ha llevado a cabo conservando todos sus elementos y proporciones originales, como la distribución, la gran escalera y las cornisas de los techos existentes. La cobertura del patio con un extenso invernadero ha permitido recuperar este espacio al aire libre, creando un nuevo comedor que amplía visualmente las salas anexas y brinda la oportunidad de disfrutar de la vegetación.
El acceso al nuevo local de Mordisco se realiza a través de un pequeño colmado que exhibe productos selectos que los clientes pueden llevarse para cocinar en casa. Estos productos también sirven como base para la elaboración de los platos de la cocina. Hortalizas frescas, quesos y conservas, entre otros, se presentan de manera atractiva en cubos de madera dentro de la estructura recuperada de una estantería que en su momento perteneció a la joyería que ocupaba esta antesala de la vivienda. Esta fusión de elementos crea una experiencia única, conectando el pasado de la finca con la oferta gastronómica actual y ofreciendo a los clientes la sensación acogedora de estar en un lugar familiar que era lo que se buscó desde un inicio en el diseño de los interiores del restaurante Mordisco.
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