La reforma del Grand Hotel Central se basa en la premisa de crear un espacio intemporal, fusionando los elementos clásicos existentes de la estructura original del edificio con otros que aportan un toque cosmopolita y moderno.
El vestíbulo de acceso del Hotel Grand Central, conserva su aspecto original, incluyendo ornamentación, pavimentos, iluminación y la escalera principal. Todos estos elementos se han dispuesto respetando el carácter preexistente, con la excepción de unos grandes marcos de madera que flotan sobre las paredes existentes. Por un lado, estos marcos cumplen la función de conectar visualmente la biblioteca con el vestíbulo en un lado, mientras que en el otro, mediante un espejo, reproducen el efecto para mantener la simetría del conjunto.
En contraposición, en los salones el espacio adopta un estilo más moderno, con juegos de contrastes entre materiales mates y brillantes, así como colores claros y oscuros. A pesar de la modernidad, se mantiene la simplicidad de líneas, buscando un equilibrio entre formas, texturas y colores.
Estos criterios se mantienen a lo largo de todo el desarrollo de la reforma del Grand Hotel Central , tanto en el restaurante como en las habitaciones, con el objetivo de crear un ambiente acogedor y elegante para el cliente. Es decir, que la coherencia en el diseño, combinada con la fusión de elementos clásicos y modernos, contribuye a que los huéspedes se sientan inmersos en un espacio que refleja sofisticación y calidez.
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