Ibiza es una de las islas más emblemáticas del archipiélago balear, no solo reconocida por sus playas y vida nocturna, sino también por su patrimonio arquitectónico, que ofrece un equilibrio singular entre la tradición y la modernidad, donde las líneas blancas y puras de la arquitectura vernácula conviven con estructuras históricas, que cuenta una historia de adaptación estética al entorno, donde el diseño tradicional ha sido moldeado por la luz, el clima y la geografía del Mediterráneo.
En este entorno encontramos el Ibiza Gran Hotel, un hotel de 5 Estrellas Grand Luxe donde, fieles a su ideal de excelencia, buscan una conexión profunda con el entorno, pasión por los momentos auténticos y una máxima atención a las necesidades de sus clientes. Quieren ser un refugio único de lujo sereno mediterráneo, ofreciendo un servicio excelente y exclusivo con un singular y atemporal toque mediterráneo. Después de trabajar con ellos en la reforma de la Gran Suite Dalt Vila y del Open Spa, nos han encargado para esta temporada la reforma del Gran Lobby del hotel. Siguiendo la misma línea que en las intervenciones anteriores, desde la propiedad y dirección de este hotel de cinco estrellas gran lujo siempre quieren cuidar hasta el mínimo detalle con todo el mimo posible, una actitud que se refleja en el resultado final del proyecto.
Desde nuestro estudio, hemos enfocado esta fase de reforma del Lobby del Ibiza Gran Hotel desde la búsqueda de las raíces de la isla, con una mezcla de varios elementos para conseguir el punto justo de arquitectura tradicional, pero con un punto cosmopolita para encajar en un edificio de clara estética urbana. Además, hemos querido depurar las diferentes capas que se han ido añadiendo a lo largo de los años para mantener y rescatar algunos elementos, materiales y superficies con mucha presencia, que nos permiten mantener la esencia del hotel, pero compaginándolo con la nueva imagen que buscamos. En un hotel de ciudad que tiene Dalt Vila como telón de fondo, para nosotros era importante fundirnos con los colores, tonalidades y materialidad de este entorno.
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El Gran Lobby del hotel es un espacio impresionante a cinco alturas que es el centro neurálgico del hotel, ya que los pasillos de todas las habitaciones tienen visión sobre éste. En nuestra propuesta de intervención hemos pretendido ordenar el espacio, agrupando los elementos para dar tamaño y peso al centro, y desvistiendo las paredes de alrededor, como la gran pared de piedra natural, para tener una proporción más adecuada para este espacio. También hemos limpiado las grandes columnas para volver a dar verticalidad dejándolos desnudos para darles la importancia estructural que merecen.
Los pavimentos con tonalidades claras que encajan con la nueva paleta cromática se han mantenido. Hemos optado por colores más claros que aportan claridad, frescura y limpieza, eliminando los elementos oscuros como el wengué y el granito negro, unas nuevas tonalidades más adecuadas a la época del año en la que el hotel está abierto.
En este gran espacio que es el lobby, hemos querido crear más zonas de estar donde reunirse. Crear espacios dentro del espacio para hacerlo más humano. Hemos querido convertir el espacio interior en un jardín invernadero, muy cómodo para disfrutar y socializar. Un interior con luz tamizada para momentos de introspección, después de estar todo el día bajo el sol en el exterior. Un oasis con el nivel de elegancia y lujo que desde la propiedad desean para sus clientes.



Una gran celosía metálica cubre todo un lateral de la planta baja y hace de hilo conductor, a la vez que separa el lobby del restaurante La Gaia y el bar Musa, permitiendo entrever lo que sucede dentro de estos espacios, pero manteniendo la privacidad necesaria.
En la zona de la recepción y conserjería también hemos utilizado revestimientos de fibras naturales, recordando un poco a los materiales de las alpargatas y sombreros payeses ibicencos, junto con la madera de roble y las piedras naturales del pavimento, materiales naturales de la isla que, con la luz cálida de la isla, nos aportan calidad, memoria histórica y calidez.
En el punto central del lobby, frente a la recepción, nos recibe una gran escultura del autor mallorquín Joan Costa. Separando este espacio de las zonas de estar, también hemos ubicado unas instalaciones de arte vegetal, con unos grandes árboles realizadas por Flowers by Bornay, que aportan un punto fresco a este gran espacio.
En la zona de los ascensores, interpretada como un elemento de tránsito entre el mundo interior (más hogareño y acogedor) y el mundo exterior (de formas más duras), se ha creado una caja de luz, realizada con planchas de pergamino retroiluminadas y listones de madera de roble natural. Esta transformación también ha salido a recibir al cliente en el acceso principal, con una gran marquesina con la luz adecuada y unas dimensiones acordes a la contundencia de la fachada; y con el canto con el logo retroiluminado para que se vea desde el exterior y se convierta en un faro para los huéspedes que llegan al hotel.





