El diseño de la heladería Rocambolesc en Alicante, en la Avenida Maisonnave, añade una nueva dimensión a la reconocida marca, adaptándose a las particularidades del espacio en el que se ubica: uno de los escaparates de una prestigiosa cadena de galerías.
La singularidad de este espacio, caracterizado por su escasa profundidad y una apertura apaisada en la fachada, planteó desafíos creativos que condujeron a una evolución única del diseño, permitiendo que la tienda mantenga su identidad distintiva mientras se adapta a su entorno específico.
La disposición limitada del espacio llevó a una reestructuración del tradicional mostrador de helados, dividiéndolo en tres cubos independientes, cada uno destinado a diferentes temperaturas de los toppings. Estos cubos no solo ofrecen funcionalidad, sino que también se destacan por sus formas trabajadas y coloridas, añadiendo un toque visualmente atractivo al conjunto.
La inspiración en la estética del teatro de la Bauhaus ha influido en la elección de formas geométricas puras y colores vibrantes, lo que se traduce en una máquina de helados simplificada y en la importancia otorgada a las piezas de mobiliario. Esta elección estética no solo se adapta al espacio sino que también refleja la evolución continua del diseño de Rocambolesc.
En definitiva, el diseño de la heladería Rocambolesc de Alicante no solo se integra con gracia en su entorno comercial, sino que también demuestra la capacidad de la marca para reinventarse manteniendo su esencia, ofreciendo a los clientes una experiencia única en cada ubicación.
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