Después de la expansión de su primera marca vinculada a la gastronomía nuestro cliente decide emprender una nueva propuesta y con ello desarrollar una marca llamativa y fresca, llamada Morrita. Para ello acuerda colaborar con nuestro estudio y desarrollar un establecimiento que resuene el mismo lenguaje y cree una ambientación acorde.
Morrita se presenta en la ciudad de Barcelona con una propuesta que ofrece distintas recetas de hamburguesas de gran calidad con una elaboración exquisita. Para ello se establece en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi en un discreto establecimiento donde poder elaborar estos bocados de gran sabor. Un espacio distendido y confortable donde disfrutar de una comida rápida o un punto de referencia para la recogida de tu pedido para llevar.
El espacio se presenta de manera discreta en medio de la pequeña calle Santjoanistes. Su estrecha fachada, totalmente acristalada, nos conduce a fijarnos en su longitud y a la vez destacar su altura. Estos condicionantes espaciales desvelan nuestra primera intervención y quizá una de las más destacables.
El techo se convierte en un elemento protagonista. En este destaca la creación de un falso techo visual continuo con distintas alturas, para salvar las grandes jácenas preexistentes, elaborado con elementos tubulares equidistantes entre ellos que acompañan al usuario desde el acceso del establecimiento hasta al fondo. Este mismo recurso desciende como revestimiento vertical generando una división entre el espacio de degustación y la cocina, así pudiendo controlar la visual.
Este elemento de gran protagonismo se integra en el conjunto debido a que respeta el mismo color naranja del conjunto. Además ayuda a filtrar la iluminación superior generando la proyección de sombras y una iluminación tamizada.
Justo al acceder encontramos un gran mostrador realizado con madera maciza de nogal donde poder leer cómodamente las distintas opciones y realizar nuestro pedido. Esta barra distribuye el acceso y permite que los usuarios se acerquen hacía el interior. Junto a este elemento encontramos una primera zona de degustación en mesas de altura media para conservar la jerarquía de los elementos.
Seguramente algunas premisas por parte del encargo como la influencia Tex-mex así como la voluntad de trabajar con materiales expresivos, formaron parte de nuestro imaginario al realizar la formalización.
En el espacio podemos ver como el color naranja en sus distintas aplicaciones y materialidades y la madera maciza de nogal utilizada para la elaboración del mobiliario a medida se convierten en dos elementos indispensables para la propuesta. Estos dos recursos se establecen como el eje vertebrador de la propuesta y consiguen crear una propuesta contundente y a la vez llamativa.
La zona de degustación interior confiere distintas modalidades para sentarse adaptándose a los requerimientos de los usuarios, según dispongan de más o menos tiempo para su consumición. Un entorno atrevido y controlado donde poder degustar una doble hamburguesa junto a unas patatas fritas elaboradas al momento.