La reforma del Bar Lobo de Barcelona se originó a partir de la reflexión sobre la adaptación del diseño interior a las demandas de la clientela del barrio del Raval y sus visitantes. Este barrio se caracteriza por la presencia de bares dinámicos, en constante movimiento, con una atmósfera cálida y desenfadada.
El objetivo principal fue crear un punto de encuentro con una atmósfera fresca, atractiva y enérgica, dándole al local una identidad distintiva. Se decidió transformar el restaurante, dando un giro al concepto y estilo inicial, convirtiendo el altillo en un espacio japonés.
La intervención en la reforma del Bar Lobo de Barcelona, se centró en reubicar la zona fría de la cocina y colocarla en el centro del local junto a la barra. Esto permitió que al entrar en el bar Lobo, los clientes fueran recibidos por la actividad de la cocina y la barra, proporcionando dinamismo y frescura. Se niveló el pavimento para crear un espacio homogéneo sin diferencias de alturas, y se dispusieron las mesas alrededor de la barra-cocina, cerca de los ventanales y bajo techos de doble altura.
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