Casa en el Empordá

Girona, 2018

OTROS

Dirección creativa: Tarruella Trenchs
Responsable: Sandra Tarruella
Colaboradores:
Superficie:
Cliente: Can Pardalet
Fotografo: Eugeni Ponts

Senderos entre colinas verdes, una iglesia gótica dominante sobre el casco antiguo de piedra, huertos y establos componían el paisaje campesino, que en parte aún perdura, de esta parte de la comarca del Baix Empurdá, en la provincia de Girona, que en su día recorrió y describió maravillosamente el gran escritor Josep Pla, nacido en Palafrugell.

Con este proyecto el estudio de Sandra Tarruella Interioristas, ha creado una vivienda vacacional acorde con el magnífico entorno en la que está situada, en el tranquilo pueblo de Rupià, y disponiendo de una de las mejores vistas sobre el Baix Empordà, en un precioso paraje idóneo para excursiones en bicicleta, jugar al golf, pasear a caballo, disfrutar del mar y de la gastronomía.

La casa conserva ciertas huellas de la construcción original, una vivienda simple que había sido un establo. Ahora, gracias a soluciones constructivas como el derribo de los muros principales y la apertura de una doble altura en el espacio destinado al salón, la holgada habitabilidad de sus Interiores se muestra nueva y refrescante, adaptada a las necesidades y códigos formales de una vivienda actual.

La reforma de la casa ha sido todo un reto dado el estado en el que se encontraba. Lo que se ha intentado es crear una atmósfera acorde con la tranquilidad del lugar, la luz natural y haciendo de las vistas la protagonista.

Las superficies (paredes, techos) han sido encaladas (blancos y en color arena) o revestidas con caña de una empresa especializada en fibras vegetales y en técnicas artesanales. Esa techumbre de cañas entrelazadas en diagonal crea una atmósfera campestre en la zona de doble altura, un aire rústico que acentúan el parquet de roble con sus nudos naturales de la planta superior

. Atmosfera con reminiscencias rurales que se extiende por toda la casa, a través de la profusión de Tejidos naturales, entre otros recursos. En el comedor (contiguo a la cocina), con una mesa de roble claro y sillas y pantallas de mimbre, encontramos un mueble alargado que va de pared a pared, en el lugar exacto donde se encontraba originalmente el Abrevadero para los animales. El tratamiento del techo, con vigas y ladrillos encalados en color arena, al igual que las paredes, completa la serie de rasgos rústicos y las grandes aberturas con vistas al jardín.

En el exterior, adosada a la fachada se añadió una pérgola de hierro y alambre por donde trepan las buganvilias y la parra.

En el jardín también se ha respetado el hacer común de la zona; olivos almendros y plantas salvajes y en la parte baja del jardín una piscina balsa de revoco a la cal y cerámica, tratada con sal y rodeada de olivos y nísperos