restaurantes
Madrid, 2015
La Virgen de la Bien Aparecida, patrona de los cántabros, pone nombre a la nueva aventura profesional en Madrid del chef Paco Quirós.
El potencial iconográfico de la imagen de La Bien Aparecida junto con la configuración arquitectónica del local nos lleva a proponer un espacio con guiños materiales que evocan elementos eclesiásticos. La arquitectura muraria preexistente también evoca espacios gastronómicos tipo tabernas donde la simplicidad, austeridad y la naturaleza de los materiales dejan protagonismo a la comida y su abundancia en la mesa.
Trabajamos con materiales nobles, formas muy básicas, manipulaciones sencillas de los materiales, cierta depuración en la definición de colores y acabados. La madera de roble, muy presente en suelos, arrimaderos y mobiliario se presenta natural, en tablones macizos que dotan al espacio de peso y calidez.
Al igual que la abundancia de madera aporta calidez, el estudio de la luz ha sido muy importante para aportar al ambiente una atmósfera doméstica y natural.
El proyecto no pretende ser más que un buen soporte para el verdadero culto: la gastronomía.
Dirección creativa: Tarruella Trenchs
Responsable: Mariona Guàrdia
Colaboradores: Núria Martínez, Barbara Beserra
Superficie: 320 m2
Cliente: La Bien Aparecida
Fotografo: Meritxell Arjalaguer
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La Virgen de la Bien Aparecida, patrona de los cántabros, pone nombre a la nueva aventura profesional en Madrid del chef Paco Quirós.
El potencial iconográfico de la imagen de La Bien Aparecida junto con la configuración arquitectónica del local nos lleva a proponer un espacio con guiños materiales que evocan elementos eclesiásticos. La arquitectura muraria preexistente también evoca espacios gastronómicos tipo tabernas donde la simplicidad, austeridad y la naturaleza de los materiales dejan protagonismo a la comida y su abundancia en la mesa.
Trabajamos con materiales nobles, formas muy básicas, manipulaciones sencillas de los materiales, cierta depuración en la definición de colores y acabados. La madera de roble, muy presente en suelos, arrimaderos y mobiliario se presenta natural, en tablones macizos que dotan al espacio de peso y calidez.
Al igual que la abundancia de madera aporta calidez, el estudio de la luz ha sido muy importante para aportar al ambiente una atmósfera doméstica y natural.
El proyecto no pretende ser más que un buen soporte para el verdadero culto: la gastronomía.
Dirección creativa: Tarruella Trenchs
Responsable: Mariona Guàrdia
Colaboradores: Núria Martínez, Barbara Beserra
Superficie: 320 m2
Cliente: La Bien Aparecida
Fotografo: Meritxell Arjalaguer